
Al sur de Alemania, muy cerca de Francia y de Suiza y enclavada junto a la mítica Selva Negra, se encuentra la villa de Rottweil. Un pequeño pueblo de impecable arquitectura y rodeado de sobrecogedora belleza natural.
Pero no se dejen engañar por su apacible semblante o escasa superficie. Sus 25.000 habitantes viven en una moderna ciudad de una deslumbrante belleza medieval alemana y con una historia que se remonta a los comienzos de la era cristiana.

Su fundación data del año 73 D.C. bajo el gobierno del Imperio Romano, pero se conoce que ya era una pequeña aldea 2000 años antes. Todo esto supone una carga cultural fascinante de suma importancia e interés histórico.
Actualmente, en la moderna Alemania líder de la Comunidad Europea, Rottweil es un punto de interés turístico inevitable. Entre sus atractivos están su arquitectura barroca, su gastronomía y su espectacular carnaval.

Pero para los amantes de los perros, Rottweil es principalmente la cuna de una de las mejores, sino la mejor raza de perros del mundo: el noble, inteligente, fuerte, imponente, trabajador y cariñoso Rottweiler. El moloso negro y fuego proviene de un lugar acorde a sus características, de un linaje de animales que lleva acompañando fielmente al ser humano durante siglos.

Como amante de esta raza de perros, la ciudad de Rottweil está muy arriba en la lista de los lugares que deseo visitar y cuando lo haga podré añadir a este blog información en primera persona sobre las raíces del Rottweiler.

Mi meta en la vida es ser tan buena persona como mi perro ya cree que soy.