Razonamiento de monos

Esta historia seguramente ficticia hace ya tiempo que circula por diferentes medios. Yo lo considero una fábula moderna y haya ocurrido o no, deja una enseñanza o “moraleja” al final que nos hará pensar, aunque sea un poco.

Muchos lectores, como yo también, habrán visto o vivido situaciones similares en el trabajo, la familia, el barrio.
¿Y ahora en la pandemia? La mayoría de gobiernos de todos los países del mundo dicen a sus ciudadanos qué hacer y cómo hacerlo, pero sesgan o directamente ocultan la información. Quizá tampoco ellos saben nada de nada, sin embargo todos debemos cumplir las reglas como monos.

La comparación con los monos también me lleva a pensar que a pesar de los millones de años de evolución que nos separan con los primates, aún nos queda mucho por aprender. Si más preámbulos os dejo con la historia.

Un grupo de científicos metió a cinco monos en una jaula, en cuyo centro había una escalera y, sobre ella, un montón de bananas. Cuando un mono subía la escalera para coger las bananas, los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo.
Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera los otros lo golpeaban. Pasado algún tiempo más, ningún mono intentaba subir la escalera, a pesar de la tentación de las bananas.
Entonces, los científicos sustituyeron a uno de los monos. Lo primero que hizo fue intentar subir la escalera, siendo rápidamente atajado por los otros, quienes le pegaron.
Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo, ya no subió más la escalera. Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato, era el que más fuerte pegaba. Un tercero fue cambiado y esta conducta continuó repitiéndose.
Finalmente, los científicos sustituyeron a los dos veteranos que aún quedaban y de este modo, se quedaron con un grupo de cinco monos que, aunque nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquél que intentase llegar a las bananas.
Si hubiera sido posible preguntar a algunos de ellos por qué le pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta habría sido:
“No lo sé, las cosas siempre se han hecho así aquí…”

¿Te resulta conocido? Y aún seguimos la mayoría de nosotros aceptando las reglas sin cuestionarnos casi nada.

“ES MÁS FÁCIL DESINTEGRAR UN ÁTOMO QUE UN PREJUICIO”

Albert Einstein
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